domingo, 28 de septiembre de 2014

Voluntad de Jam, o lo que nos entrega la improvisación en la danza de contacto



No miento si digo que he comprendido mi rol en el mundo cuando estoy en una Jam. No responderé lo que es una Jam. Para no traer esa mente que todo lo quiere capturar. Dejaré una invitación para la Jams que siguen y seguirán rolando en el mundo.
Esta instancia reúne aspectos vitales en el que hacer de un artista, persona o ser, que vive en un mundo entregado a  la producción de resultados, objetivos claros, productos tangibles, experiencias que se puedan comunicar con claridad. Experiencias fijas y repetitivas. Predecibles y obvias.
Decidirse a estar de pie o en el suelo, dejar el cuerpo ahí: escuchando o gestando su singularidad de movimientos o ambas cosas a la vez. Darse el tiempo para que surja de cada uno lo que acontece en el espacio físico frente a otro, rodeado de otros, sin hablar. No tener ninguna razón, no querer influenciar más que proponer un segundo de realidad no verbal o irrealidad verbal. La voluntad  ilumina la sensibilidad y la disposición. Abarcamos un mundo distinto en un espacio amable. Océano de movimientos  sin destino.
Entramos o nos paramos en la puerta, o definimos el lugar dónde comienza la vida, su sonido, su destreza diversa, su vacío.
 Si hay resultados, pero siempre se mueven, son distintos, surgen  y se diluyen, se rearman y vuelven a vivir. La voluntad de estar con los sentidos dispuestos sin saber cuál es el trayecto, dónde terminará mí que hacer.
“El artista” o (los contribuyentes) hace el simple ejercicio de hacer que el arte exista. El arte de improvisar desde y con el cuerpo y su sonido, apoyado de la música o no. Es un tiempo y una apreciación de los movimientos como vocabulario, que se definen en la proximidad del otro y que transita por el espacio físico, modificando el espacio personal e interno, y que genera una comunidad móvil cuya voluntad se entrega entre rodadas, tactos sutiles, juegos de contornos  simples miradas.
¿No es esta instancia un punto de inflexión en el tejido comunitario, en las acciones que agobian, en la lucha por llegar a ser mirado, reconocido, en la batalla por remunerar el éxito o ser exitoso en la remuneración?
¿Necesito acaso en una Jam algo más que mi cuerpo-voluntad, para transformarme con los otros, para re-mirar o re-significar el mundo, y situarnos en lo que entendemos culturalmente  por arte?
¿Jam disidencia, anti-terrorismo de amor y tacto, revolución de fluidos y tonos, rebeldía en danza y música, reinauguración constante del mundo como arte y al revés, anti depresivo estimulante en tabletas rodadas y rodantes, colusión de cuerpos abiertos al cariño, el peso, el cuidado y la caída, nueva economía liberal de cuerpos en contacto?


jueves, 18 de septiembre de 2014

ocio a la Parrilla



Lo cierto es que veo el cielo lleno de humo de  carbón y siento olor a carne. Me fastidia. Los periodistas hacen notas que dan cuenta de una crisis irreversible de la educación, la comunicación, y el absurdo que tiene en si mismo justificar el sentido de la vida a costa de un trabajo y una remuneración.

¿Salió de vacaciones?
¿Quiere descansar?
¿Disfrutando el 18 entonces, en familia?
Claro, disfrutándolo.
¿Y el domingo de regreso no muy tarde para que no tenga taco no?
Si tempranito, el lunes como lechuga.
Bueno con algo más de talento, un “litle Nicanor”. 
Lo cierto es que esta fecha representa una oportunidad irrenunciable para este blok.
¿Qué sentido tiene la trama de nuestra vida, sacando todo el inmenso escenario de ofertas profundamente promovidas y justificadas en cosas tan sencillas y poco aterrizadas como el cumpleaños de la patria?

No sería mejor realizar una clase abierta de historia de chile en las plazas de nuestras comunas. No sería mejor brindarles un momento de luz a nuestros profesores de historia. No sería más interesante que el ministerio de educación se conectará con el de cultura y realizarán una exposición de la historia de la celebración en chile.
En fin.
¿Que nos deja, además de muertos animales  y humanos, este periodo de tiempo no productivo?

Lo que más me motiva es llegar a ese punto. El ocio.

 Este concepto debería revelarnos el misterioso ser que somos y no lanzarnos al consumo ansioso. El ocio es dinero que se pierde, es identidad que se observa, es habilidad negada que se despliega. Es descanso activo, afecto.
El ocio es un atentado contra el productor que hemos diseñado forzosamente para dejar al hombre con sus pensamientos libres ahí dibujando en el derroche del tiempo. El hombre que redescubre el lenguaje y se hace conciente del entorno, se cuida y cuida su lugar confortable ahora. El descanso y el deliberado tiempo para acudir a las necesidades genuinas.
 ¿Cuáles serían?

Generar preguntas, perdonar, y relanzarse al espacio (hogar, cuarto, plaza, calle  playa) sin miedo a perder. 

Bailar, cantar, pintar, escribir, componer, actuar y registrar.

Feliz 18 de septiembre: no a la guerra, no a la automutilación, no al despach en directo, si a la acción conciente, como una cadena que no termina,  y termina por volver en forma afectiva hacia nosotros.

Así como promueven el miedo, promueven la acción para olvidar y volver a tener miedo. Un círculo perfecto.

sábado, 13 de septiembre de 2014

El Secreto de Hugo…el secreto de Llao



Es un honor y homenaje escribir este apunte para un ser tan especial. Intentaré dar cuenta de un procedimiento del cual me siento parte:

Recuerdo en el 2003-2004, haber rondado la ladera de cerro San Cristóbal, con un par de perros, y un amigo pintor. Podíamos caminar en silencio, tirarle la pelota al perro, mirar el cielo, devolvernos y continuar. La maravillosa idea de estar en un departamento que colinda con el cerro, la maravillosa idea de salir, compartir las impresiones más diversas acerca de la vida, “la pega” y el arte.  De esa caminata constante, surgió mi primera obra: “Movimiento rápido del ojo”. Pero quizá más importante, entender la interminable conexión entre la vivencia y la obra de un artista. Como  si la obra ya hecha acudiera a ti, en momentos tan simples, poco inspirados. Como si la gran obra se revelara en el rudimentario hecho cotidiano. 

“Vagar perdido en lugares abandonados por el interés común, abandonados por la cultura, abandonados por la percepción”

La obra de Pablo Llao "El secrerto de Hugo" es una oda  al ocio, esa palabra que suena de una manera peyorativa para muchos, pero que encierra un secreto: la opción de dejarse estar y transitar sin dañar, cómo trazo sensitivo, como observador aliviado en el re-descubrimiento de una grieta que alivia y posibilita.

No puedo dejar de pensar en el señor  Hopper y sus paisajes como referente. Como la constatación de dos mundos que coexisten y se invaden, se fastidian y se posibilitan la mirada mutua. Llao recoge en su recorrido la coexistencia con el otro (mundo, persona y cosa) como suyo. Con sus tonos contrastados, la superficie recogida de ahí mismo, con el objeto encontrado, como un pensamiento que se poza en la obra ya escrita.

Lo que descubre en su tránsito por el cerro “San Cristóbal”, que en su contrasentido invade ahora la ciudad, a tal grado de llenarlo de túneles, lo deja capturado. Lo cita una y otra vez, lo hace mirarse, como vagabundo del tiempo productivo y lo provee de inspiración para refaccionar y re-confeccionar (ready made) su historia artística reciente, recipiente de soledades y compañías perrunas, de constantes cigarros y cafés. Una vista interminable horizontalmente a la ciudad y a sí mismo.

Llao mira lo que otro no ve, y le da un carácter misterioso, que se jacta poéticamente de la experiencia de convivir en el mundo (académico)  y en le reprobado mundo del ocio.

La bitácora de Hugo, la bitácora de Llao, “El Secreto de Hugo”, un diario de vida visual, dónde convive un anhelo rupturista con su obra y el inspirador ocio: su mágico poder sensible. Caminar muchas veces cansado, movido por las necesidades "perrunas", movido por las necesidad de espacio personal-espiritual, conmovido con la injusticia más básica, “levantando polvo” y recordando su infancia en Parral, maravillado con el cerro como niño, en fin, pensándose como uno más. Como Hugo.

¿No sería el ocio parte fundamental para reinventarnos como sociedad, como individuo, como ser en el mundo ?
 

Pop Song: Agua danza y libertad



Pop Song: Agua danza y libertad

Es difícil que una pieza artística pueda conmover “al ser más profundo” (que todos podríamos ser) cuando pareciera que está todo hecho, algo bastante escuchado en los pasillos de las “universidades”. 

La danza nos invita a cambiar de percepción. El cuerpo es similar en todos, pero las experiencias emocionales distintas, por ello el cuerpo también. Su mayor riqueza, su inagotable fuente de movimiento.

 Los procedimientos para implementar un tipo de  cuerpo en movimiento, son también lugares de identidades irrepetibles, procesando una información que nunca va a ser la misma o se va a dar de la misma manera en el otro. Estas identidades son el tejido coreográfico de Pop Song. La escritura (como decía una de las intérpretes.) Identidades en movimiento capaces de escribir un texto visual con tinta acuosa.

Tener una imagen, una sensación, simplemente imaginarse. De verdad imaginarse esos espacios que no podemos ver directamente. Las articulaciones, los fluidos, los tendones, en fin. Llegar a ellos mediante un proceso imaginativo inspirador, lleno de imágenes, de lugares visualizados en el momento de la improvisación.
Pop Song nos presenta una pregunta compleja, nos habla sin palabras y nos sacude en movimientos diluidos, que se articulan en gestos y se borran constantemente. El movimiento como un constante arrojar agua en el espacio. Espacio divido por momentos, identidades divididas por momentos, dúos separados, y reencontrado, re-versionados como una canción pop.
Movimientos articulados, livianos, precisos, un complejo tejido móvil que juega con la mirada del azaroso espectador que podría ver dos obras y la misma. La frontera de la identidad es tan móvil, ambigua por momentos, como la frontera de la conciencie y sus estados alterados.
“Pop song” es una revisión que da cuenta de la no inocencia que hay detrás de una imagen que quiere ser superflua, aludiendo quizá a la peyorativa idea de lo pop en un mundo que quiere ser diferente (ALTERNATIVO), exitoso y complejo. Se pregunta en movimiento por la superficialidad. Y nos propone un mundo de libertades corporales, en atmósferas de ensueño, disco, baño, boutique y museo.
Es una coreografía que entrega movimientos, genera pausas reflexivas,  y propone espacios perceptivos en constante oscilación: seducción y absurdo.
El agua que se mueve, rompe y acaricia. El tono corporal distante al de un transeúnte o público.  Una interesante pregunta por la liberación del cuerpo, como superficie cargada de significado, atuendos y roles. La amenaza de una ola, la belleza de esa ola, y la inofensiva espuma que nos llega. La forma como pregunta, la forma como contante “borramiento- acuoso”.
El pop caos, la libertad del espectador, y la inmensa necesidad creada por un montaje que se articula sin misericordia en la dinámica de una danza inspirada, transgredida por la noción del ser arrojado, como un manifiesto existencialista pero profundamente mojado, móvil y sin límites de escritura.
El gesto transgredido en la dinámica de la danza, la duda indiferente a los constructores de relatos. Un montaje de dúos, como la pugna tesis- antítesis. Una propuesta de tres como síntesis de un viaje introspectivo pop.

lunes, 8 de septiembre de 2014

Aguinaldo-honorarios /flor de 18.com/



Aguinaldo - honorarios
¿Qué mierda es un aguinaldo?
Me pregunto y entrego mi boleta número  once mil.
¿Seré acaso un viejo pobre?
Si. Eso te pasa por elegir una carrera artística. Pero yo no vivo del arte señor periodista. Yo trabajo en educación.  Bueno la educación y el arte aglutinan variantes de incertidumbre similares en chile.  ¿Para que se hace una obra? ¿Para que se abre una carrera?
El mercado juega con usted, usted entrega la boleta y no sabe por lo tanto que es un aguinaldo.
Entiendo que el aguinaldo debe gastarse. Pero he sabido que la gran mayoría usa esta cifra que no toca, para pagar gastos que si los tocan todo el año.
Entonces sabe que el aguinaldo es una cifra que el empleador entrega en forma solemne y convencida, para que el empleado por un par de días vea las cosas en colores, y en un par de horas sienta que el país y su mundo circundantes, incluido el paisaje, lo contiene.
Ah!!! Comprendo…..una cifra puede activar nuestra noción de patriota, sin siquiera saber qué es lo que se está celebrando la mayoría de las veces. No sabemos pero nos llenamos de deseos. Nos queremos comer cualquier cosa sobre la parrilla, cualquier cosa viva, pero muerta que nos recuerde la victoria. Porque somos victoriosos con el aguinaldo durante estos días feriados de neblina juerga y carbón.
No he recibido un aguinaldo, me convenzo de no necesitarlo. La vida es sin aguinaldo, el aguinaldo ilusiona y nos distancia. Somos historiadores auspiciados por aguinaldos. Somos dueños de empresas vestidos de historiadores auspiciados.
Somos seres a honorarios desarraigados del aguinaldo, por ende debemos sentirnos profundamente mirando la realidad des-aguinaldada. Y eso es motivo suficiente de ir sin aguinaldo, comprar una cerveza artesanal e invitar a un colega para brindar por la disidencia del des-aguinaldado que mira la bandera sin fantasía y escuchara en la ciudad la cueca como sonido nocivo e irreconocible.
Las ramadas son ramas puestas, los paseos en burro tortura, y la parada militar innecesaria.