sábado, 16 de agosto de 2014

La siesta de un gigante o fin de semana largo en Santiago.



No existe aún un ministro de salud que se atreva a decretar el feriado como una instancia irrenunciable para la superación del estrés y sus derivados (todas las enfermedades que afectan el organismo). No definiré la palabra estrés, más allá de la simple sobre exigencia de la existencia. No va a existir ese “ministro santo” porque es algo muy simple de ver, y vivimos en un “mundito” que se viste de complejidades (palabras, eufemismos y más.) Es simple andar en bicicleta por el parque forestal y mirar una ciudad dormida como si hubiese sido anestesiada. La familia sonríe, una mujer vestida de flúor corre con su mirada perdida, las calles silenciosas, los juegos infantiles movidos por las ganas y los algodones de azúcar. Semáforo en rojo, risas, besos, agarrones adolescentes y una que otra entonación de un himno de rock cantado al viento grato y al polvo manso. Un helado chorreado, una calle vacía, bicicletas cruzando en roja, verde, y amarillo, las grietas de pavimento se dejan ver en la sombra del carrito manisero, que ya se retira sin ningún saquito tipo cinco de la tarde.
Santiago no es chile, pero se designa capital y se pone como ejemplo siempre que acontece algo en el calendario. Vivo aquí hace 15 años, y puedo distinguir al gigante hiperactivo durmiendo una siesta, mientras el feriado se deja conquistar por el tiempo no productivo. No diré improductivo, ya que suena peyorativo.
El tiempo liberado del hacer, de la misión reiterativa acompañada del sonido constante, de partida y freno, el flujo completamente desbordado por mentes dispuestas a dejar la calma, por cumplir las metas interminables de un jueves, o lunes y martes.
El feriado oasis nos demuestra la importancia del tiempo para estar simplemente. Caminar lento, andar en bicicleta sin manos al medio de una concurrida avenida, mirar la cordillera al medio de un puente, tomar un camino nuevo, comprar un maní confitado. Vivir en el anonimato, romper la homogeneidad, y tomar nuevas acciones sin rumbos. Un caos en silencio en el medio del parque. Un caos sin violencia que posibilita el juego de muchos, que sin partir fuera de la capital, experimentan su mutación.
Un feriado religioso nos regala la santa siesta y nos permite reflexionar sobre el día a día. No soy médico ni quiero serlo.No hay que ser experto, menos en un feriado. El tiempo no productivo es salud. Es la senda del que sin miedo vive la siesta del gigante y por un momento ama su temporalidad anormal. Anormalidad com única vía. El tiempo productivo nos violenta, nos hace reiterativos y propensos a perder los sentidos en manos de artefactos que se superan a sí mismos para hacernos creer que estamos cerca del otro, del mundo. Sentimos la vida como una canción pop, que se renueva y reinventa, pero nos marca la misma métrica, el mismo pulso. Ese pulso nos destruye, mientras el gigante sigue en su trote parejo.
El drama de quien vive un feriado, es similar a la persona que vive un amor no correspondido, puede proyectar una vida llena de vivencias, ilusiones y se ve llena de posibilidades, pero sufre por su irrealidad.

martes, 12 de agosto de 2014

Escena chilena a media semana un combo económico al automatismo!o



Es un acierto participar de esas presentaciones de bandas nacionales los días miércoles y jueves. Es un acierto señalar que sin ningún apoyo  más que las ganas de hacer lo que hacen hace más de un rato, se pone en escena un carácter, una mirada, un sonido.
Es un acierto decir que ninguna ley devuelve al músico lo que entrega la asistencia. La tan anhelada, difícil  y cada vez más esquiva presencia. Que la gente exista y quiera ver música en vivo durante la semana, rutinaria maquina que raya en la locura, es una cuestión de empuje, de subrayar la importancia de la interacción en el arte, alguien ejecuta-alguien escucha y ve. Y siendo más optimistas, más tarde se invierten los roles. Todos nos declaramos en igualdad de condiciones, vivos con los sentidos vivos.
Me refiero a Kamken Y Dayanaandrea, quienes consecutivamente han realizado una presentación a principios de agosto. Quizá especulo con la idea de pasar agosto, pero estas tremendas agrupaciones tienen un desplante felino y una sabiduría de viejo “re-culiao” en chileno. Perdonando la expresión, aunque es rico decirlo!
Kamken presentó su material “AURORA” de 30 y pico minutos. Un viaje, una obra, pedazo de trayecto sonoro lleno de modulaciones y atmósferas con los parámetros de un progresivo impecable, y con la sutileza de juegos vocales que evocan un momento reversible. Kamken nos muestra la evolución y el regreso a su fuente, pero nos permite indagar en los misterios de un ser contemplativo que se fractura y se rearma con perfecta artillería de un trió que sabe de ejecución.
Dayanaandrea puso en escena su desenfrenada naturaleza accidentada, mal tratada pero hábil. Pararse ante este bosque exótico propio de un  Ready Mades de Lynch (aunque puedan no existir), es por lo bajo reconocer que “habla el bosque austral de chile y sus pueblos mal tratados”, buscando organizar los bronces con el versátil e intenso sonido del bajo y el desparpajo cósmico de la batería recién golpeada. La bicéfala nos sube en un columpio cósmico doloroso y divertido en la cuarta dimensión.
En fin, da para ensueño, actitud y prepotencia ante un mercado musical que aun sigue desperdiciando la real sabia de la música alternativa a la fuerza. Cuanto nos dice y nos hacer ver una puesta en escena – en sonido, de esta calidad, en una semana podrida (En el sentido de la mera reiteración de la conducta de la mayoría que somos.)
Y no estamos pidiendo llevar esto al Gam, ya que podría perder la fuerza de la resistencia a la estandarización, y la entrada subiría a un precio que es inexequible para el público que realmente se pregunta con agudeza.
¿Eres acaso un ser humano que no escucha, que no puede darse cuenta que en el metro cuadrado más cercano hay un tremendo grupo dispuesto a darlo todo, cobrando una entrada popular?
¿Por qué el lolapalozza te mueve los pelos de las axilas y los sonido de hoy, en ese mismo metro cuadrad, no te aparecen ni el cuarto sueño de tu fase profunda de descanso?
Si vas a esperar que la CMR visa te invite escuchar a kamken o Dayana, debes primero esperar a que se caiga el binominal, o que la doctora cordero cante un mantra en sanscrito, o que uno de los futbolistas de esos que siendo muy buenos y caros no mete penales en mundiales, ponga una OMG de danza contemporánea somática.
La invitación está ahí, anda antes de que la AFP estatal te jubile viejo sabueso!!!

sábado, 9 de agosto de 2014

Pérdida....

La historia es conocida, la trama es visible o así parece. Alguien ahí estaba en su día a día y de pronto ya no estuvo más. Los sueños y anhelos de los que lo rodeaban cotidianamente fueron interrumpidos, cortados con tijeras. Al igual que los suyos. No tienes 20 años, imaginas y especulas lo que viene, lo que va acontecer, lo que debes mejorar, tus atributos, tus características más loables con las que los otros te reconocen, así un sin fin de ideas circulan en un caminar por la ciudad de noche. Has visto por televisión noticias terribles, has sido testigo de personas cercanas, pero en en realidad siempre piensas que tu tendrás una oportunidad. Que te podría haber pasado, que podrías haberlo perdido todo, menos la vida.
Estuve un año con un ser humano que ya no existe como tal. No sé si fui algo relevante para su vida, si para su futura profesión, realmente pudimos conocernos en la práctica, el entusiasmo, las correcciones y el rompimiento paso a paso de la timidez corporal. Era un joven intenso, educado, risueño. Amigo. Era un chico que quería mejorar, que quería ir más allá. No dudo que habría terminado su cometido en la escuela.
Digo todo esto y no me convenzo de hablar en pasado acerca de él. Todo tendría que seguir, el debería estar cansado de su primera semana de segundo semestre de segundo año. El debería estar compartiendo una cerveza, conversando con sus compañeros de lo difícil que se viene actuación, de lo mucho que hay entrenar, o de lo interesante que le pareció ese ejercicio en voz. Eso quisiera estar pensando yo acerca de él.
Me sumo con respeto al recuerdo del que fue un estudiante de mi curso, quién me dijo entre risas   despidiéndose que sería mi ayudante.

No espero nada de la justicia, no espero nada de las autoridades. Simplemente quisiera saber que él viaja en una improvisación llena de lugares de su interés, como energía, como ser, como un algo que trasciende, que vive en la belleza que nosotros dejamos de sentir al perderlo.

Que vive en el amor de todos los que ayer lo despedían, universal.
En este sitio, vida humana, la violencia genera violencia, la cultura reproduce violencia, los estamentos del sistema reproducen la injusticia disfrazada. Injustamente mueren vidas inofensivas en todo el mundo.
Uno no ve, o mira pero no ve, uno olvida, uno sigue ahí en su trinchera. Las cosas por su franqueza, zamudio generó una ley, y la discriminación sigue ahí en la esquina del barrio, sigue en el lenguaje, sigue en la publicidad, en las entrevistas, en los negocios. Pueden haber más personas, hermosas personas que se van injustamente, pero el desajuste esta arraigado de antes, propongo por comenzar a desactivarlo en cada uno.
¿Qué provocó que un desgraciado hiciera lo que hizo?
Quizá lo que otros no tan desgraciados como él no han pensado, no han propuesto, no han querido hacer o están en tramite de hacer.
( Probablemente son recursos, programas de integración,
educación de calidad, integración comunitaria, talleres de sensibilización, enseñar el valor de la vida y el respeto.)
La desigualdad mata. La omisión mata. La prevención no sirve,  hay mucho que prevenir es mejor educar.
Empatizar antes de que la injusticia social te tome de sorpresa y confunda la vida con una cosa o como una cosa.