sábado, 9 de agosto de 2014

Pérdida....

La historia es conocida, la trama es visible o así parece. Alguien ahí estaba en su día a día y de pronto ya no estuvo más. Los sueños y anhelos de los que lo rodeaban cotidianamente fueron interrumpidos, cortados con tijeras. Al igual que los suyos. No tienes 20 años, imaginas y especulas lo que viene, lo que va acontecer, lo que debes mejorar, tus atributos, tus características más loables con las que los otros te reconocen, así un sin fin de ideas circulan en un caminar por la ciudad de noche. Has visto por televisión noticias terribles, has sido testigo de personas cercanas, pero en en realidad siempre piensas que tu tendrás una oportunidad. Que te podría haber pasado, que podrías haberlo perdido todo, menos la vida.
Estuve un año con un ser humano que ya no existe como tal. No sé si fui algo relevante para su vida, si para su futura profesión, realmente pudimos conocernos en la práctica, el entusiasmo, las correcciones y el rompimiento paso a paso de la timidez corporal. Era un joven intenso, educado, risueño. Amigo. Era un chico que quería mejorar, que quería ir más allá. No dudo que habría terminado su cometido en la escuela.
Digo todo esto y no me convenzo de hablar en pasado acerca de él. Todo tendría que seguir, el debería estar cansado de su primera semana de segundo semestre de segundo año. El debería estar compartiendo una cerveza, conversando con sus compañeros de lo difícil que se viene actuación, de lo mucho que hay entrenar, o de lo interesante que le pareció ese ejercicio en voz. Eso quisiera estar pensando yo acerca de él.
Me sumo con respeto al recuerdo del que fue un estudiante de mi curso, quién me dijo entre risas   despidiéndose que sería mi ayudante.

No espero nada de la justicia, no espero nada de las autoridades. Simplemente quisiera saber que él viaja en una improvisación llena de lugares de su interés, como energía, como ser, como un algo que trasciende, que vive en la belleza que nosotros dejamos de sentir al perderlo.

Que vive en el amor de todos los que ayer lo despedían, universal.
En este sitio, vida humana, la violencia genera violencia, la cultura reproduce violencia, los estamentos del sistema reproducen la injusticia disfrazada. Injustamente mueren vidas inofensivas en todo el mundo.
Uno no ve, o mira pero no ve, uno olvida, uno sigue ahí en su trinchera. Las cosas por su franqueza, zamudio generó una ley, y la discriminación sigue ahí en la esquina del barrio, sigue en el lenguaje, sigue en la publicidad, en las entrevistas, en los negocios. Pueden haber más personas, hermosas personas que se van injustamente, pero el desajuste esta arraigado de antes, propongo por comenzar a desactivarlo en cada uno.
¿Qué provocó que un desgraciado hiciera lo que hizo?
Quizá lo que otros no tan desgraciados como él no han pensado, no han propuesto, no han querido hacer o están en tramite de hacer.
( Probablemente son recursos, programas de integración,
educación de calidad, integración comunitaria, talleres de sensibilización, enseñar el valor de la vida y el respeto.)
La desigualdad mata. La omisión mata. La prevención no sirve,  hay mucho que prevenir es mejor educar.
Empatizar antes de que la injusticia social te tome de sorpresa y confunda la vida con una cosa o como una cosa.


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